1977, Italia
Su historia
Nacido a los pies del Matterhorn en una familia en el que el trabajo de guía se ha transmitido de padres a hijos durante varias generaciones, Hervé prácticamente no tenía otra opción que ser escalador.
De hecho, todo pasó prácticamente por casualidad y poco a poco.
«Cuando solo era un adolescente, empecé a interesarme por la montaña.
Con 15 años ya era una promesa del esquí.
Sin embargo, tuve un accidente grave que dio al traste con mi futuro como profesional.
Me recuperé, y tras un año en rehabilitación, mi padre me regaló una visita al Matterhorn.
Una mañana fría de octubre, estaba preparado para mi primera subida al Gran Becca.
En aquel momento no era consciente de que, gracias a las montañas, viviría algunas de las experiencias más emocionantes de mi vida.
Ese día solo intenté caminar sin tropezarme, con cuidado de no ralentizar el ritmo de padre.
Sin saberlo, ese día en el Matterhorn decidió mi futuro».
Palmarés